Nuestro estandarte debe ser “la Familia”

En esta vida hay personas que son especialmente sabias y una de ellas, es quien me trajo al mundo con la ilusión de regalarle un nuevo ser digno de su sociedad por sus valores y su comportamiento. Y hoy quiero transmitir a todos los que lean este artículo una de las frases que de su boca siempre he escuchado, y que no es otra que “la importancia de la familia”.

Pero, ¿qué entendemos por este concepto?. Para muchos, oír la palabra familia les puede suponer maravillosos recuerdos, comprensión, amor, escucha, apoyo…Sin embargo para otros, dicha palabra será igual a reproches, temor, envidia, incluso odio. Ninguno de nosotros hemos elegido en qué familia nacer y criarnos, y por desgracia, muchos han sufrido el segundo modelo expuesto, el cual no merece llamarse familia.

Mi sabia inspiradora de este artículo, me ha hecho ver con los años que la familia no se limita a aquellos quienes pusieron la semilla para que nacieran y bajo cuyos techos crecen los niños. Si emplean el modelo del temor y la codicia con sus descendientes, esos no merecen llamarse familia. Este término implica mucho más.

La familia de cada uno de nosotros está compuesta por todas aquellas personas que se preocupan por ti, por tus éxitos y tus fracasos, que te apoyan, que te animan, que te dan sustento cuando lo necesitas, que te sacan una sonrisa cuando te ven desanimado, que están dispuesto a llorar junto a ti sin límite de tiempo, que te dan fuerzas cuando la vida te azota, que saben cómo consolarte con una simple mirada, que cuando todo parece oscuridad iluminan tu vida con un simple gesto, que te miman, que te quieren, que no tienen horas en su reloj para escucharte, que su vida se resume a ti cuando los necesitas, que se alegran de tus metas, que comparten tus alegrías, que se acuerdan de ti en los días especiales, que sueñan con verte feliz………Todos aquellos que en alguna ocasión han adquirido estos roles con nosotros, sí merecen ser parte de nuestra familia.

Mi familia no sólo son mis benditos padres y mis hermanos. Ellos me han enseñado que a lo largo de la vida, la familia va incorporando a seres maravillosos que se hacen partícipes de todo lo que nos sucede. Hay momentos en los que se sienten cerca,  especialmente cuando estamos más débiles y nuestro devenir se tambalea por causas ajenas a nuestro control. Ahí es fundamental el apoyo y el cariño que esas personas te muestran, y sin las cuáles sería tremendamente complejo seguir con ganas de luchar y de caminar.

Por lo tanto, quisiera transmitiros que en nuestra mano está el cuidar de esas personas que forman parte de nuestras vidas, aquellos que sí se han merecido el llamarse Familia para nosotros. “La importancia de la familia”, de cuidarla y de mimarla….ese es el mejor ejemplo que podemos transmitirle a los niños, como lo hicieron conmigo.

Sólo quiero que reflexionemos sobre ello, porque ésta que os habla se ha dado cuenta que tiene una Gran Familia.


Gracias Mamá.