“La Psicología da su fruto cuando
consigue normalizar la vida de las personas”; éste es el lema que guía mi
actividad diaria en la consulta. Pero desde hace un tiempo, además, se ha
convertido en el estandarte que marca nuestro principal objetivo en Equitación
Terapéutica, y que no es otro que la normalización de la vida de todos aquellos
que participan en ella.
Y es que nunca imaginé
cuando empecé mi carrera universitaria, que mis dos grandes pasiones, la
Psicología y el mundo del caballo, pudieran fusionarse de forma cuyos
resultados fueran tan asombrosos, lo cual he ido descubriendo gracias a la
entrega y el sacrificio de un equipo de profesionales que luchan día a día por
hacer del caballo “un pediatra de cuatro patas”.
Con este objetivo, “Equitación
Terapéutica Huelva”, trabaja para mostrarles a sus usuarios y a toda la Provincia
Onubense que el caballo no es sólo un deporte, un medio de transporte, una
parte de nuestras romerías o una afición. El caballo no sólo nos aporta
serenidad, el estar en contacto con la naturaleza y con el mundo animal, el
reducir nuestros niveles de ansiedad…sino que sus beneficios se engloban en las
distintas áreas de desarrollo de las personas: a nivel psicológico y emocional,
a nivel físico y motor, y en el ámbito de la comunicación y la integración.
Por lo tanto, el caballo se
convierte en el principal intermediario entre los usuarios y los profesionales,
creándose una perfecta conjunción entre los tres que permite lograr grandes
avances en cualquiera de las dimensiones citadas, es decir, favoreciendo una
rehabilitación integral.
Puede parecer que mi pasión por
el caballo esté cegando mi objetividad sobre sus beneficios, pero los
resultados de la terapia refuerzan el trabajo realizado y nos animan a seguir
luchando por ayudar a todos los que, o bien su discapacidad física o psíquica,
los han llevado a situaciones desventajosas respecto a los demás. Ver cómo una
madre se emociona al decirte que su hija dijo sus primeras palabras a caballo
cuando llevaba un año sin hablar por un accidente, cómo una de las usuarias se
ha librado de una operación de rodillas por habérsele corregido su problema,
cómo una niña que no atendía ni a su nombre es capaz de recordar canciones y de
cuidar a su caballo, cómo una madre dice que su hija ha ganado en confianza y
seguridad a raíz de empezar con la terapia……..esto es lo que realmente importa
y lo que le da sentido a nuestro trabajo.
Como profesional de la psicología
y apasionada por el caballo, os recomiendo que os acerquéis a este animal y a
profesionales que trabajen con ellos, pues estoy segura que os asombraréis
(como me pasó a mi) de todos los beneficios que nos
pueden aportar, y de esta forma os daréis cuenta que el caballo es “un pediatra
de cuatro patas”.
Creerme si os digo que todo lo cuenta esta profesional es cierto al 100%. Merece la pena probarlo.
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