En esta ocasión, quisiera haceros
llegar mis primeras sensaciones tras comenzar con el denominado “trabajo de
campo” de mi tesis doctoral. Se trata de la fase dedicada a recopilar los datos
que posteriormente serán analizados para elaborar el trabajo. En mi caso, estoy
acudiendo a distintos colegios de mi Provincia para pasarles unos test a los
niños de 4º de primaria.... por cierto, el objetivo de mi estudio a grandes
rasgos, es detectar qué factores son los más influyentes en la adaptación de
los menores en sus contextos escolares (que tanto está dando que hablar con los
problemas de acoso escolar).
En este periplo de visitar
colegios, de reunirme con directores y de hablar con maestros, estoy
descubriendo que aceptan con entusiasmo el trabajo que les presento, y que no
dudan en abrirme las puertas de sus centros con tal de seguir luchando para
erradicar el problema del rechazo, acoso, maltrato y agresividad en los
colegios. Todos ellos están alarmados con la gran cantidad de casos que
detectan a diario en relación a esta cuestión. Y es que son muchos los menores
que lo padecen y sufren sus consecuencias sin querer revelar a sus familias el
“calvario” por el que pasan a diario.
A muchos de esos niños, cuando he
ido a las clases a trabajar directamente con ellos y les he explicado la tarea
que deben hacer, se les iluminan la cara porque mediante unas cuantas preguntas
anónimas pueden al menos desahogarse y revelar qué les sucede en su “trabajo”.
Algunos de ellos, con cierto temor, me insisten preguntándome si alguien va a
ver esos papeles que ellos han cumplimentado sin revelar su identidad….
Y muchos de vosotros os
preguntaréis, ¿qué podemos hacer desde la posición de padres para evitarlo?. En
la consulta, insisto mucho que es fundamental fomentar la comunicación con los
niños desde que son pequeños y comienzan con sus primeras interacciones
lingüísticas. No vale decir “¡es que no sé de qué hablar con mi hijo, sólo me
dice que ha jugado a la pelota y ha hecho fichas!”….porque eso es comunicación,
es hacer que el niño se sienta con confianza de exponer sus actividades diarias
(aunque para los adultos no sean relevantes).
Si desde pequeñitos conseguimos
que compartan con nosotros sus preocupaciones, alegrías, penas, decepciones,
fracasos, éxitos, retos….no les será tan difícil expresar situaciones complejas
que atraviesen en sus vidas (como la que se trata en este artículo).