Un nuevo amor

¿Alguna vez nos hemos preguntado qué significa la palabra “amor”?. Todos lo hemos sentido alguna vez hacia un familiar, un hijo, una pareja, hacia nuestra profesión, nuestras mascotas...pero ninguno somos capaces de describir con palabras lo que implica y hasta qué punto nos llena de vida esta emoción.

Hoy mi artículo pretende desarrollar un amor que desconocía por completo y que hace muy poco tiempo he comenzado a sentir: el amor hacia mi sobrina. Todo aquel que sea tito o tita sabrá lo que significa pero para mi están siendo emociones tan novedosas que quiero compartirlas con todos vosotros.

Hace unos meses recibí la noticia de que mi hermano y mi cuñada habían decidido traer una nueva vida al mundo. En ese mismo instante algo en mí comenzó a cambiar y a nacer: ilusiones, miedos, entusiasmo, incertidumbre...en mi cabeza aparecían pensamientos sobre “cómo será, cómo tendré que actuar bajo este nuevo rol, seré un buen ejemplo, irá todo bien”...pero todo desde una ilusión intensa y plena, que me inundaba cada vez que se me venía a mi mente la idea de abrazar entre mis manos al nuevo ser que llegaría en pocos meses a mi familia. De alguna forma, todos nos hemos ido preparando mediante lecturas relacionadas y compras para que no le faltara de nada, y sobre todo, con esa emoción que iba creciendo día a día al mismo tiempo que ella crecía en el interior de su madre.

Las semanas fueron avanzando y el parto llegó, y el destino quiso que la tita estuviera a miles de kilómetros de ese mágico momento en el que su primer llanto se produjera entre las caras abatidas por el cansancio y la emoción de sus padres, titos y abuelos. Ella llegó entre besos de amor y caricias de terciopelo de toda una familia que la esperaba como un regalo divino. Y yo, la nueva tita, sólo con ver su imagen ya me sentí la persona más afortunada del mundo; sólo supe llorar de la emoción tan grande que sentía y darle las gracias a la vida por tan grandioso regalo. ¡Cómo es posible que sólo una foto despertara en mi tanta alegría y plenitud!



Al cogerla por primera vez entre mis brazos aquellos pensamientos que me aturdían desaparecieron. Ya era una realidad, ya estaba con nosotros, ya había nacido. Y comenzaba la ardua y hermosa tarea de velar y cuidar como tita a esa preciosa niña de ojos grandes y mejillas sonrojadas. ¡Cómo alguien tan pequeño puede generar un sentimiento tan grande al mismo tiempo en tanta gente!. Esta es la prueba que las pequeñas cosas de la vida, son las que realmente nos llenan y nos aportan felicidad.

“No podías haber llegado en mejor momento; necesitaba sentir que podía amar de otra manera distinta a las que había amado en mi vida. Y tú me lo has permitido”.

Chicos y chicas, mayores y pequeños....cuando llegamos a este mundo y sin darnos cuenta, fuimos capaces de generar estas emociones en nuestras familias. Y muchos de vosotros, ahora habréis sentido lo maravilloso que es amar al hijo o hija de vuestros hermanos. Somos titos y titas, y nuestros hermanos no han podido concedernos mejor regalo que ese. Ya podemos decir a boca llena que conocemos una nueva forma de amar.

Bienvenida al mundo Julia. Tu tita siempre estará a tu lado.

Gracias hermano. Gracias cuñada. Os quiero.