Ingredientes para lograr un gran reto


Los primeros pasos de una tesis doctoral constituyen el inicio de un largo camino al cual apenas se le ve su final. Inicialmente te enfrentas a temas que, como bien me dijo el Profesor de la Universidad Complutense de Madrid Don Francisco Gil, “al principio te dominarán a ti, pero llegará un momento en el que tu los domines a ellos”. En sus palabras de aliento durante las II Jornadas de Liderazgo organizadas por la Cátedra General Castaño en Sevilla en las cuáles coincidimos, él me hizo ver que la obtención del título de doctor supone un reto apasionante en el que la investigación alcanza su máxima, permitiendo lograr nuevos avances en el conocimiento de cualquier disciplina.

Cuando uno se plantea emprender este camino, le surgen dudas de todo tipo que continuamente le atormentan y perturban, haciéndonos dudar de las propias capacidades y actitudes con las que alcanzar la ansiada meta. No es algo que se obtenga a corto plazo, y quizás éste sea su gran inconveniente, puesto que desgraciadamente nuestra sociedad está acostumbrada a la obtención de los éxitos en un periodo de tiempo más bien breve, de manera que todo aquello que conlleva un cierto horizonte temporal prolongado, se “aparca” por otras cosas más inmediatas. Por tanto, el primer ingrediente que se requiere para hacer una tesis es la Paciencia, la cual no sólo resulta ser necesaria en cuestiones laborales, sino que a día de hoy especialmente, ha adquirido un importante valor en la esfera personal y psicosocial.

Pero no sólo se requiere Paciencia. Para todos aquellos proyectos que iniciamos en nuestra vida es imprescindible que perfilemos cuidadosamente el objetivo final que se pretende lograr. Por tanto, ¿para qué queremos hacer el doctorado?, ¿por ampliar mi currículum?, ¿por lograr reconocimiento académico?, ¿por interés en profundizar en algún área de conocimiento?....Estas cuestiones determinarán la calidad y la validez de nuestra investigación, pero además, el objetivo servirá de faro que ilumine el camino cuando se vuelva tenebroso y oscuro. A lo largo del sendero del doctorado, acaecen múltiples vicisitudes y contratiempos que hacen tambalear las ideas iniciales y modificar lo que inicialmente sirvió de germen del proyecto. Por ello, el segundo ingrediente imprescindible a mi parecer es tener un Objetivo concreto que sirva de motivación y de causa de nuestro trabajo hacia la satisfacción de la necesidad de obtención de la mención de doctor y que nos empuje ante las incidencias que vayan surgiendo, manteniendo nuestra conducta de forma firme y sostenible.

Pero quizás, el componente más importante en este largo caminar sea el Apoyo Social. En los años 80, Karasek lo consideraba como elemento moderador fundamental ante los efectos del estrés, el cual a grandes rasgos, aparece cuando la persona percibe que no dispone de recursos suficientes para hacer frente a las demandas que se le solicitan. Según esto, el camino de la tesis implica en ciertas ocasiones padecer los efectos de esta situación, en la que o bien por problemas que van surgiendo, por desánimos, por los plazos temporales o bien por otras circunstancias, nos vemos inmersos en periodos en los que el estrés se convierte en nuestro compañero de viaje. Y es en ese momento, donde el apoyo social tiene más fuerza y relevancia puesto que adquiere la función de “motor” que nos motiva a continuar hacia la consecución de nuestro objetivo. La familia, la pareja, los hijos, los amigos, los compañeros de profesión, todas aquellas personas que nos rodean y que se alegran ante nuestro éxitos, forman ese círculo de apoyo imprescindible. Ellos, por propia experiencia os digo, son los que  verdaderamente te incitan a seguir luchando por alcanzar los sueños, que en forma de objetivos y retos, van marcando nuestro devenir.

Según lo expuesto, no quisiera finalizar transmitiendo una visión negativa o desesperanzadora para todos aquellos que se estén planteando o hayan iniciado un reto importante en sus vidas, como la tesis doctoral en mi caso (lo cual no es para nada mi intención), sino que he pretendido ofrecer mi visión de los ingredientes necesarios para enfrentarnos a ellos, sean cuáles sean. El desarrollo de la paciencia, la definición de objetivos y el contar con apoyo social, nos permitirá ir recorriendo el camino que nos lleve a alcanzar la meta, aunque inicialmente no seamos capaces de verla.

Quisiera concluir ofreciendo el ánimo y el entusiasmo necesario para lograr todo aquello que nos propongamos en nuestra vida, pues “Para triunfar en la vida, no es importante llegar el primero. Para triunfar simplemente hay que llegar, levantándose cada vez que se cae en el camino”.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog Cecilia, me han gustado mucho los artículos, sobre todo el de la comunicación. Gracias por transmitir ese ánimo para afrontar grandes retos , el ser humano no es consciente de hasta dónde puede llegar hasta que no piensa en ello...la vida es solo una para llenarla de grandes y pequeños momentos. Mucho ánimo para tí también!!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario Luzma. Si nos vamos marcando pequeños objetivos consecutivos, podremos alcanzar todos nuestros sueños; sólo debemos tener fe y ganas de luchar por ellos. Un saludo.

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  2. Estoy terminando mi carrera y mi sueño es ser doctora...
    Soy consciente de que la vida, a cada instante, te va mostrando nuevos caminos y nunca sabes qué puede pasar; pero como bien decía Nietzsche: "Quién tiene un por qué, es capaz de cualquier cómo"
    Me han gustado todos los artículos; pero éste muy especialmente... Gracias por ofrecer tu visión acerca de ello

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    1. Muchas gracias por tu aportación Cristina. Te animo a que sigas firme con tus objetivos y tus ambiciones, pues constituyen el verdadero motor de nuestras vidas. Estoy segura de que si empleas como lema ciertas frases como la de Nietzsche, lograrás todo lo que te propongas. Mucho ánimo. Un saludo.

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