Gestionar las Actitudes como clave de la Felicidad


En algunas ocasiones, me he preguntado acerca de la necesidad de gestionar mejor nuestras actitudes como medio de ser más positivos en el trabajo, para superar las dificultades, para mejorar las relaciones con los que nos rodean (jefes, compañeros, amigos, pareja, hijos, etc.)…en definitiva, para ser más felices y disfrutar más de la vida.

Y es que si analizamos bien la situación en la que nos encontramos, las actitudes que manifestemos son nuestro principal activo, es decir, es lo que nos va a diferenciar unos de otros, pues las ganas de aportar, de luchar, de crecer y de mejorar son únicas en cada individuo. No quiere decir que los conocimientos y habilidades no tengan importancia, pero éstos por sí solos no son suficientes, de modo que requieren de comportamientos  adecuados para cada momento y circunstancia. Y esto resulta fundamental en el día a día, no sólo en el terrero laboral, sino en lo personal.

Pero, ¿podemos modificar las actitudes?, ¿dónde tenemos que incidir?. Mª Jesús Moreno Domínguez expuso en la UHU que el origen de nuestras actitudes está en nuestros pensamientos y sentimientos que se alimentan mutuamente. Éstos hacen que interpretemos las situaciones de manera negativa o positiva, de forma que nuestras percepciones de la realidad y nuestras expectativas siempre vienen determinadas por lo que pensamos y sentimos. Finalmente, es ésta interpretación la que determina la actitud que tenemos y condiciona nuestro comportamiento.


Según esto, si echamos la vista atrás, seguro que nos acordamos de alguna situación en la que hemos hecho de “un grano una montaña” sólo por alimentar nuestros pensamientos y sentimientos, lo cual nos ha llevado a una interpretación negativa de la realidad y a una percepción de peligro, miedo, alerta, etc. que ha desembocado en un comportamiento no acorde.


Por tanto, es el momento de comenzar a gestionar mejor nuestras actitudes, porque de esa forma seremos más felices. Las claves están en:

-          La Automotivación: se refiere a la motivación interna de cada uno de nosotros, la cual depende de nuestra autoestima. Debemos procurar que sea alta, lo cual se consigue minimizando el espacio entre cómo nos vemos (autoimagen) y cómo nos gustaría ser (autoideal). Una clave para esto es marcarse objetivos tanto profesionales como personales claros, específicos y alcanzables.

-          La Responsabilidad: es la habilidad de responder adecuadamente en cada situación, controlando las reacciones y los estados de ánimo ante las circunstancias que nos rodeen. Una clave es centrarnos en las cosas que podemos controlar, sobre las que podemos influir, para poder seguir avanzando. Lo incontrolable tendremos que aceptarlo y aprender a convivir con ello.

-          La Gestión de las Emociones: comprender, aceptar y entender nuestras emociones y la de los demás. Debemos resolver los problemas desde la positividad, extrayendo aquello que nos sirva para aprender y no cayendo sólo en lo negativo.

-          La Comunicación interpersonal: debemos desarrollar la escucha activa, la cual se puede conseguir mostrando empatía, parafraseando, emitiendo palabras de refuerzo, resumiendo, etc. Como consejo: lenguaje positivo (cambiar palabras como problema, inconveniente…por oportunidad, ocasión).

Con estas pequeñas recetas aprenderemos a gestionar nuestras actitudes, lo cual nos conducirá a la felicidad, objetivo primordial de nuestras vidas.

Y para terminar, sólo recordad: “Las personas más felices no son las que tienen menos problemas, sino las que saben afrontarlos y convivir con ellos”.

1 comentario:

  1. Me quedo con la Automotivación como motor de crecimiento y autogestión de las actitudes.

    Gran artículo!!!

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